Viaje al centro de ciudad Teatro

Este año 2010, el centro de operaciones del Festival Iberoamericano de Teatro sería Compensar en la ciudad de Bogotá.

Foto: Buque de Papel y Caosfera

Por: Frank Carrillo P., periodista Buque de Papel, Bogotá,

Está ubicado exactamente en la Avenida 68 No. 49A-47 y ahora será el escenario principal, no como en pasadas ediciones que se realizó en Corferias.

Pero el cambio de lugar, no afecto las intenciones de los organizadores, sólo dio luz verde para que las expectativas, fueran igual o más llamativas que en ediciones anteriores. Con una Cuidad Teatro inundada de cultura, color, movimiento, variedad y con una gran corriente artística respirando en sus instalaciones, hasta explotar de júbilo.

A mí llegada a Compensar, se mezclaban muy naturalmente la gente que trabaja en el lugar, asistentes, logística. Pero al internarme más en la urbe, comenzaron a aparecer los payasos, gente disfrazada, los niños. Sentí ese ambiente festivo cada vez más cerca y con mayor intensidad.

Foto: Buque de Papel y Caosfera

Las opciones para elegir y disfrutar eran muchas: cuenteros, obras al aire libre, títeres, marionetas, carpa cabaret, mercado persa, comida. Todas estas amplias gamas de oportunidades, esperando ser vistas y aprovechadas por el público asistente.

Los medios de comunicación estaban presentes como siempre, encabezados por la televisión o por el Buque de Papel, listos para informar y sembrar en la gente esa expectativa y motivación, de lo que representa una Cuidad Teatro.

Lastimosamente, para los que queríamos disfrutar y absorber toda esa energía que habitaba en Compensar, hizo presencia la inesperada lluvia bogotana, ahuyentando a gran parte de los asistentes (como yo, la gripa me acechaba), de paso alterando los eventos que se realizaban en ese momento, dejando en estado de aburrimiento a la mayoría, pero que con el paso de los minutos se renovarían con más fuerza esas expectativas.

Gracias Cuidad Teatro, por salvarme por unas horas de la programación de televisión de Semana Santa, a la que nos someten las cadenas nacionales año a año, hasta otra oportunidad.