Con fesiones a Laura… Restrepo
Olor a rosas invisibles , el último libro de la escritora colombiana, protagonista en FILB0 2008.

Foto: Patricia Hall. Buque de Papel.
Por: John Jairo Sarabia Trigos , Buque de Papel , Bogotá
´De amores extraños y rosas invisibles´ se llamó la charla entre el poeta Jotamario Arbeláez, Laura Restrepo y el guionista Fernando Gaitán. Los asistentes nos encontramos con la primera intervención de Alfaguara en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, y con el lanzamiento del último libro de la escritora.
Estas presentaciones magistrales son de las pocas que se llenan a rebosar. El lanzamiento fue lo de menos. Lo de más fueron las revelaciones amorosas, entre chanza y chanza, que Jotamario le hizo a Restrepo frente al público encantado.
Rubores, risas, confesiones, amores extraños y amores públicos, fueron las constantes del encuentro.
Confesiones a Laura
“Le confié, off the record , al reportero, que desde que conocí a Laura en el Café Automático, la vengo persiguiendo con los ojos, pero ella ni cuenta se ha dado”, decía Jotamario pegado a los rubores de Restrepo que zarandeaba un abanico negro, “…Y el irresponsable lo publicó”, dijo frente a los rubores y sonrisas que despertó en todos nosotros aquella confesión.
“Ahora, no sé si presentarle a Laura mis disculpas, o seguir entucando”, seguía el poeta con las risotadas del auditorio. “En caso de que me permitiera lo segundo, yo diría, aprovechando el tema de este coloquio y de que mi esposa acaba de abandonar la sala, que daría la mitad del oro del mundo por despertar un día y contemplar el libro que de ella esté leyendo sobre su mesa de noche”

Foto: Patricia Hall. Buque de Papel.
Y así seguían las confesiones hasta que en el turno de Laura, la escritora contestó: “Semejante presentación que más linda imposible; la única parte triste es que me va tocar decirle que ese requerimiento de amor, ya me ha llegado la edad de presentarle más bien a mi hija, que aunque no la tengo, supongo que eso es lo que habría que hacer en esta ocasión”.
Pero este amor extraño que apareció de la nada, aunque el más reciente registrado por nosotros, no ha sido el único. Y Fernando Gaitán nos dio cuenta de ello.
De amores extraños
El ideólogo de la telenovela ´Betty, la fea´, encontró el amor insólito de Pablo Escobar, uno de los mayores criminales de la historia colombiana, y su mujer. “Él conoce a su esposa cuando tiene catorce años y la rapta”, relata Gaitán.
“Luego, la familia acepta que se case”. Y aunque el comienzo de este amor es inusual, como comenta el guionista, “lo curioso en él, es que quiere mantener la imagen de padre y esposo ejemplar” en medio de las mil persecuciones que enfrentó durante toda su vida. La figura de su esposa era tan sagrada que mataba a cualquier mujer que intentara rebatar su puesto. “Me parece muy curioso”, dice, “que el personaje más siniestro que hemos tenido, curiosamente al otro lado, trata de montar y mantener una ética del amor y de la casa”. Pero si de amores extraños se trataba, Jotamario seguía interviniendo con sus delirios real-fantasiosos.

Foto: Patricia Hall. Buque de Papel.
Tuvo amantes extrañas de todos los colores y sabores. Fue preso de una modelo que “no permanecía vestida sino en casa”, por lo cual tuvo “el privilegio de verla como no la veía nadie”. Otra esposa “providencial” fue con una cantante quien no permitía que hicieran el amor “sino disparando al aire mientras entonaba rancheras”. Hubo otra que presumía haber sido su esposo en la encarnación anterior cuando Jotamario había sido ella. Y finalmente, cuenta la anécdota de la mujer que le gustaba tener relaciones del primer, segundo, tercer,… tipo, y que fue raptada por algún ser de otro mundo.
Y aunque el amor de la novela de Restrepo no es tan extraño como los casos mencionados, y aunque aún no tengo en mis manos un ejemplar, es un libro de amor, y qué mejor que los comentarios de quienes sí lo han leído.
´Olor a rosas invisibles´
“Laura se monta en el tema del amor otoñal para mostrar el “desvirole” (despiste) de ciertos don juanes más enamorados de su pasado que de sus pasados amores”, afirma Jotamario. “Es una obra maestra de la picaresca carnal y contemporánea, con ambiente de oficina, peluquería y campo de golf”.
Estoy de acuerdo con el comentario del arriesgado poeta. “Laura saca todo el partido posible para mostrarnos a los hombres, y a las mujeres, ansiosos con el regodeo de las peripecias de la juventud, (el amor) en una ingenuidad que despierta brillo”.
Gaitán no dijo mucho, pero expresó: “es una novela que se lee rápidamente; rápida pero muy densamente”.
Y aquí viene mi pequeña confesión: la mujer que sale en la fotografía, pegada a una biblioteca y contemplando lo invisible en la contraportada de su ´Delirio´, también me cautivó, con Agustina, el Midas my boy, Carlos Vicente, el abuelo Portulinus y aquel niñito paliducho que sale en la portada, todos, personajes insuperables. Pero, nuevamente respaldo a Jotamario: “si uno cuenta intimidades de sus relaciones de una manera improvisada ante un público selecto, cautivo, corre el riesgo de quedar como un chismoso”, o lo peor, “corre el riesgo de que no se lo vuelvan a dar”.

Foto: Patricia Hall. Buque de Papel.