El mercado de la ropa usada
Cada moda tiene su temporada buena, bonita y barata.
En la variedad está el placer Foto: Alvana Ríos Fonseca. El Buque de Papel.
Por: Alvana Lorena Ríos Fonseca , p eriodista Buque de Papel , Bogotá
Desde el principio de los tiempos la vestimenta se ha ido innovando, ajustándose a los avances de las modas y las técnicas. Han pasado por distintos materiales desde hojas, pieles, cueros, lana, entre otros, que han servido para protección de las asperezas del ambiente.
Las modas que más nos han seducido vienen de la antigua Roma, Grecia y Egipto, donde utilizaban velos de diferentes pliegues, túnicas que solían ceñirse a la cintura o al hombro con un cinturón, o broches bordados de diferentes diseños. También predominaron los gorros y sandalias, imponiéndose colores como el rojo, el negro, blanco y azul, que eran utilizados por los emperadores y nobles.
Los almacenes de ropa usada, que en la mayoría son de tradición familiar ofrecen chaquetas pantalones, zapatos, carteras abrigos, blusas, sacos, etc. Además, tienen unos precios que oscilan desde 2 mil hasta 400 mil pesos (menos de un dólar hasta 200 dólares), ajustándose a todo tipo clientes, sin importar la edad ni el color.
“Aquí la clase social no existe. A estos almacenes llega desde el señor que maneja la zorra, los ejecutivos, modelos y actrices; a todos se les trata por igual, porque son personas especiales que hacen de estos lugares únicos”, como afirmo la señora Diana Caballero, comerciante del sector.
De la misma manera los clientes que asisten durante toda la semana a estas tiendas las vuelven rentables. Las prendas que más compran son las chaquetas nacionales o importadas, de diferentes tamaños, colores y texturas.
En estas compraventas encontramos actores que buscan atuendos para imponer su propio estilo en escena, papás que rebuscan algún disfraz para sus pequeños en el día de brujitas, o alguna presentación de la escuela. Como también jóvenes que vienen a armar la súper pinta para descrestar a la novia e irse de rumba, convirtiendo el lugar en una pasarela ambulante. Asimismo para los ejecutivos la variedad de trajes es perfecta, ya que encuentran algunos de corte inglés, de buenas telas, varios diseños y lo mejor, económicos.
Para todos los gustos Foto: Alvana Ríos Fonseca. El Buque de Papel.
El recorrido
Si ya le diste vuelta a tu armario y no encuentras que ponerte, la ropa usada es un pequeño mundo diverso. En el barrio Chapinero existen diferentes rutas en las que encontrarás algo interesante. Sobre la carrera Caracas existen varias paradas sobre las calles 67, 53 y 48, donde encontraremos alrededor de unos 20 almacenes, con más de 22 años de existencia.
La ropa usada llega de varias formas: tienen proveedores mayoritarios que las traen de otros países. En Bogotá, la mayoría llega de Medellín. También, por los desplazados y “caritativos” que van de barrio en barrio y casa por casa, pidiendo ropita que no utilicen para luego venderla por unos pesos. Otra fuente son las personas que venden sus vestidos de forma directa, o a veces simplemente las cambian por otra prenda.
El mayor requerimiento que hacen los comerciantes es que la ropa esté limpia. No se recibe manchada ni rota. Luego la clasifican por estados, moda y origen. La que se consigue más barata es la ropa china, por su calidad y volumen, pero también es la que más se vende, por encima de la de marca.
La mayoría de los lugares permanecen siempre a reventar debido la variedad de ropajes que llega día a día, y que por lo general cuenta con muy poco espacio.
“Desafortunadamente el contrabando nos está perturbando mucho, debido a que los mercados nacionales están siendo atacados por la ropa de segunda de Estados Unidos”, afirmo Antonio Castro Peña, comerciante que lleva 15 años en el negocio.
Para muchas personas, este concepto de negocio se ha convertido en una forma de sustento y más cuando no hay empleo. La ropa de segunda siempre existirá, ya sea porque las personas se adelgazan, se engordan, los estilos pasan de moda, al cambiarse de ciudad, por el clima, o simplemente por gustos.
Solemos ser individuos complejos y si hacemos un breve repaso de memoria siempre tendremos el arrume de vestidos en el closet que no utilizamos y que mucha gente puede necesitar o vender. Estas opciones tal vez nos ayuden a comprender un poco las preguntas que nos surgen cuando compramos ropa de segunda: ¿De quién sería esta prenda? ¿Cómo llegó a este lugar? ¿Por qué la vendió? ¿Cómo era esa persona? etc. Simplemente, es cuestión de cambios, gustos y necesidad.
La ropa usada, es otra alternativa de trabajo Foto: Alvana Ríos Fonseca. El Buque de Papel.
El mundo de la ropa y la moda
Desde el siglo XX, la moda se vuelto más autónoma. Aparecieron los trajes de hombre con un toque más fresco, las minifaldas, las medias veladas, ropa para niños más cómoda, lencería, trajes de novias y miles de accesorios causando sensación. Llevando al género femenino y masculino a encontrarse con una especie de “otro yo” que estaba oculto. Luego aparecen los diseñadores, descubriendo nuevos colores y texturas, confeccionando modas para todas las temporadas, edades y gustos.
Sacos y pieles Foto: Alvana Ríos. El Buque de Papel.
Chapinero, sector tradicional de negocios de compra y venta de ropa usada Foto: Alvana Ríos Fonseca. El Buque de Papel.