Sueño Frustrado (II Parte)

Cierre de una pesadilla que vivió este joven colombiano.

Fotos: archivo particular

Por: Johan Cárdenas, periodista Buque de Papel, Bogotá

La indagación de la señora Yolanda, madre de Joan, la llevó a muchas partes y múltiples respuestas de parte del Ejército, pero a ninguna versión clara de lo sucedido con su hijo en esta institución.

A partir de la insistencia de la madre, Joan fue visto por un médico psiquiatra dos días después, quien lo diagnosticó con enfermedad mental, y ordenó su traslado al Hospital Psiquiátrico Santo Tomás, en la capital del país. Hasta allí fue doña Yolanda para internarlo, pero al llegar a este centro clínico, se llevo sorpresas aún mayores.

Los golpes y moretones en su hijo no habían disminuido, por el contrario, aparecieron nuevas lesiones. Allí en el hospital las cosas fueron tomando relativa calma entorno a Joan. Fue el lugar donde mejor se ha sentido desde que ingresó al Ejército, pero a pesar de esto, algunos compañeros le dijeron a la madre de Joan, que él mencionaba mucho “al soldado tintín, los gemelos monos feos y un teniente Taylor”, que por las noches lloraba mucho y golpeaba su almohada apenas los recordaba. Además el joven soldado no podía ver a ninguna persona vestida de camuflado porque le daba pánico y se alteraba demasiado.

Además de la angustiante situación que estaba padeciendo por ver a su hijo en estas condiciones, la señora Yolanda recibió llamadas y visitas sospechosas de personajes que no se identificaban plenamente, o si lo hacían, se presentaban con identidades falsas, las cuales indagaban acerca del estado de salud de Joan y sus antecedentes de salud personales y familiares.

Fotos: archivo particular

Esto desde luego le dio motivos a doña Yolanda para hacer los reclamos e indagar por las nuevas lesiones en el cuerpo de Joan y por aquellos personajes mencionados por su hijo en medio de sus noches mortificantes. Pero al hacerlo por medios telefónicos no encontró ninguna respuesta satisfactoria a sus inquietudes, así que decidió hacer un derecho de petición, en el cual solicitaba investigar a los agresores mencionados por su hijo y denunciados por ella misma, y una aclaración del por qué aquellas visitas y llamadas tan extrañas.

A lo que el Ejército Nacional respondió: “las investigacionesestán en etapa de inducción. Las visitas y llamadas son conforme a la ley”, pero sin explicar por qué se identificaron como otras personas o funcionarios. Doña Yolanda también recibió una invitación por parte del Ejército para ir a ver las instalaciones donde Joan comía y dormía en San José Del Guaviare, lo que a ella se le hizo bastante extraño, porque cuando necesitó trasladarse a ver a su hijo, le negaron esa ayuda.

A partir de todo lo anterior, la madre y la familia en general de Joan, decidieron pedir exámenes de medicina legal para establecer y aclarar si su único hijo varón, había sido víctima de una violación, debido a que todas las pequeñas expresiones de Joan así lo inducían.

El tratamiento psiquiátrico fue avanzando satisfactoriamente, las pruebas de medicina legal, arrojaron que de manera preliminar no tenía señales de acceso carnal violento, pero sí señales de maltrato, y se necesitaba un examen más profundo para establecer con claridad la posible violación.

El avance psiquiátrico de Joan era formidable, recuperando el habla, y coordinación, aunque al principio era muy reacio a tratar temas del Ejército. Unas semanas después, con sus propias palabras, certificó a su familia que un dragoneante y su sobrino lo habían golpeado y luego abusaron sexualmente de él. Que todo sucedió una noche que muchas personas lo levantaron a golpes y luego lo encerraron en los baños, durante un par de días y que fue allí donde prácticamente sepultaron su deseo de ser militar.

Actualmente Joan se encuentra terminando su tratamiento psiquiátrico, pero la lucha de su madre, doña Yolanda Arias, su tía y familiares no ha terminado, porque buscan justicia y que algún día se dé con los responsables, quienes fueron culpables de apagar un sueño, el de un joven que anhelaba defender al país con el traje que ahora tanto miedo y odio le producen.

Fotos: archivo particular