Todo el mundo pisa la morgue judicial
Clavados en el piso se encuentran dos adoquines de mosaicos con los colores del arcoíris, cuyas letras brillantes son pisadas a diario por los transeúntes que pasan rápido por el frío invernal o con la cabeza gacha, mirando sin ver.

Por: Buque de Papel. Buenos Aires, Argentina. Info, fotos y videos: Buque de Papel
Clavados en el piso se encuentran dos adoquines de mosaicos con los colores del arcoíris, cuyas letras brillantes son pisadas a diario por los transeúntes que pasan rápido por el frío invernal o con la cabeza gacha, mirando sin ver.
El mensaje no es otro que aquí, en calle Viamonte 2151, se encuentra la morgue judicial, y que en su interior fueron albergados cientos de cuerpos de los detenidos y desaparecidos por la última dictadura.
Es un lugar de entrada aterradora, “Cuerpo Médico Forense”, en letras blancas, dice; con la bandera celeste y blanca raída y descolorida, donde se siente aún esa energía de muerte violenta sin respuestas; un espacio donde los cuerpos sin vida confirmaban momentáneamente la violencia estatal, una que hoy se intenta negar desde sectores sociales aupados por el mismo actual Gobierno argentino.
Y decimos momentáneamente porque muchos de esos cuerpos fueron deshechos o arrojados al río de la Plata para nunca más saber de ellos y engrosar la friolera de más de 30 mil desaparecidos.

Hoy funciona, en ese gran edificio victoriano, la sede de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. El edificio de la Morgue Judicial tiene entrada propia por la calle Junín 760, y salida por Viamonte. La Morgue Judicial funciona en este predio desde 1908. La Facultad de Medicina se trasladó a su sede actual en 1948, quedando la Morgue Judicial en esta vieja edificación.
“Aquí en la morgue judicial fueron arrojados los cuerpos de cientos de militantes populares asesinados y/o desparecidos por la dictadura cívico-militar. Aquí se practicaron autopsias sin intervención de juez competente. Parte del cuerpo médico forense y del poder judicial fueron cómplices del terrorismo de estado al encubrir desapariciones y crímenes de lesa humanidad. Barrios X memoria y justi……”. Se termina borrando el letrero del adoquín, ya desgastado y aún con rastros y pedazos de mierda de perro que nunca levantan.
Caminar por Buenos Aires, llegar a cada esquina, en las veredas, en los rincones, permite encontrar historias para contarse, que lo han hecho, que han gritado, o que aún permanecen escondidas en el anonimato.

