Roshâni, luz musical del mundo

Roshâni suena a la unión entre Roxane e Inés, motor creativo de esta agrupación musical que hace de la hibridación, de la mezcla con sentido de sonoridades orientales, aires folclóricos tan diversos como las percusiones de San Basilio de Palenque, en Colombia, con una base roquera y electrónica, su norte artístico, uno que las hace diferentes y especiales.

Por: Buque de Papel, Buenos Aires, Argentina


Buque de Papel  conversó con Roxane Dumont, vocalista y guitarrista, quien está en Ginebra, la capital suiza, y a quien considera una ciudad cosmopolita, donde las costumbres latinoamericanas también han echado raíces. Confirma que Suiza es más que bancos, lagos y vacas, y sí hay un crisol, en la antigua Ginebra, donde todos se conectan. “Ginebra es un pueblo, todos nos conocemos y compartimos”, dice.


El nombre fue propuesto por su madre, porque no encontraba cuál ponerle al nuevo proyecto musical (hace música desde los 7 años y a los 10, su papá decidió hacer una banda de rock, con 40 años. Le dijo que tocara el bajo y su hermana, la batería). Así que mamá sabia, como la mayoría, apeló a las raíces y le propuso Roshâni, que significa “que viene del sol, o de la luz; que ilumina”, en farsí. Y así quedaron. “Lo de que suena y se parece a la unión de mi nombre con el de Inés es pura coincidencia”, afirma.


Y es que, para diferencias, solo los pasaportes. Lo asegura quien lleva el mundo en la sangre, por su padre, belga, su madre, de Irán, y con amigos en todos los continentes, sin faltar Colombia.


Vino junto con Inés Mouzoune (marroquí y con ancestros de Bulgaria) porque ganaron una beca de residencia artística en el campo musical en Colombia, el verano pasado, y que las llevó al primer pueblo liberto de América, a 20 minutos de Cartagena, donde compartieron con artistas de la talla de Fredy Tejedor y David Mesa


Además, grabaron un EP, que será lanzado con tres cortes titulados Fluye amor, Aló  y Sola. La grabación fue en la alcaldía municipal y con todo el despliegue del caso. “Fueron jornadas de tocar todos los días, compartir, comer y tomar ñeque”, sonríe. Todo muy champetúo, como dicen en Palenque y en la Heroica.


El trabajo se titula Playa de los Ángeles, porque es la anterior al Parque Tayrona, y cuando estuvieron en la tierra de los llamados “Hermanos mayores” llovió todo el tiempo. Y ante la falta de energía, buenos fueron los momentos de café y de guitarra acústica; cuando regresaba la electricidad, apresurarse para lograr hacer algunas maquetas. 


Agrega que componer es un trabajo colectivo y no solo de ella. Allí entran Inés, su hermana y mamá. “Solo mujeres, vamos”, ríe. 


Se presentaron en el festival de La Antípoda, en Rennes, Francia, en 2024, que fue grabado por la cadena internacional KEXP, que no duda en destacar como “el canal de música en vivo para músicos y para amantes de la música”. Allí interpretaron el tema En mi vida, compuesto por las chicas, donde dice “En mi vida no han pasado muchas cosas, soy más o menos una chica buena onda…”. Y a medida que se despliega, confirma que todos tenemos lados luminosos y oscuros. “Todos tenemos ángeles y diablos. Esa es la vida. Fue compuesta con mucho de ironía, porque la protagonista, sí que le han pasado cosas. Y cuidado, puede ser tu linda pesadilla”, ríe.


Para Roshâni vienen días de giras en Europa y de grabar, pronto, un álbum de 10 canciones. Coincide en que todo lo anterior vuelve y el momento de streamers, de cortes individuales lanzados al azar, como botella de náufrago al cibermundo, está pasando. Con seguridad, dice, la gente va a querer escuchar de nuevo álbumes con historias que se conectan, con un sentido desde el corte uno al número 10. Añade que están pensando para ese segundo trabajo discográfico en un álbum de 10 canciones con un hilo conductor. En la batería las acompaña Yavor Lilov, y así conforman un trío de poder. 


“Nuestro primer trabajo fue como el de las adolescentes, el de las inquietudes, el de comenzar. El próximo álbum será de mujeres, con más crecimiento y madurez”, agrega Roxane


Al finalizar la conversación le decimos que hemos detectado varias palabras que dan cuenta de su relación con Colombia: “chévere”, “pola” (cerveza), “chistoso”. Y ratifica que su mejor amiga es colombiana. Incluso, cuando estaban tomando “pola” con Inés, al juntarse para arrancar el proyecto de Roshâni, surgió el hilo conector musical: Bomba Estéreo. Y allí explotó la idea y el sonido. Hoy, ya es una realidad. 


“Esperamos volver pronto a Colombia para hacer presentaciones. Un abrazo”, se despide.